¿Cómo utilizar las patentes para proteger la innovación que se esconde detrás de los materiales vegetales y conseguir con ello una ventaja competitiva en el mercado? La respuesta es clara: a través de la exclusividad. Lo analizamos en este artículo, como continuación a nuestro primer post sobre Vegan IP en el que se describía el uso de las marcas para identificar estos materiales como alternativa al cuero animal para la fabricación de textiles.
En nuestro artículo anterior ya mencionábamos tres materiales obtenidos a partir de hojas de piña (PIÑATEX, PIÑAYARN de Ananas Anam Ltd), de fibras de manzana (APPLESKIN de Frumat SrL) y de filamentos de hongos (REISHI de MycoWorks Inc.). Pues bien, además de las opciones anteriores, existen otras pieles vegetales que también mantienen el carácter ecológico y constituyen una alternativa al cuero animal, por ejemplo, cuero de hoja de teca, cuero de corteza de árbol, cuero vegetal de uva, cuero vegetal de té, cuero de soja, cuero de coco o cuero de cactus nopal, entre otras.
Cuando dichos productos han sido objeto de una intensa investigación, puede ser recomendable proteger el producto o el procedimiento de obtención/fabricación o ambos, mediante una patente. ¿Qué es lo que protege la patente? El producto en sí o su método de fabricación, evitando que competidores utilicen el mismo producto o uno similar bajo una marca distinta.
Para que una invención pueda ser protegida como patente debe cumplir tres requisitos, que serán examinados por las diferentes autoridades nacionales donde se quiera obtener protección para la invención, los llamados “requisitos de patentabilidad”:
– Novedad: La invención no debe haber sido divulgada en ninguna parte del mundo con anterioridad a la fecha de presentación de la solicitud de patente.
– Actividad inventiva: La solución propuesta por la invención no debe ser evidente a partir de la combinación de publicaciones existentes en el momento de presentación de la solicitud de patente.
– Aplicación industrial
Así, en el sector de las pieles vegetales, los fabricantes procuran no solamente proteger la marca sino que también intentan proteger el producto o el procedimiento de fabricación del mismo consiguiendo así un bloqueo de posibles competidores a sus negocios. La ventaja competitiva que obtienen es enorme, puesto que cuentan con un derecho de exclusiva que impide la explotación de su invención por terceros no autorizados.
Por ejemplo, la sociedad Ananas Anan Ltd, presentó una solicitud de patente con título “Natural non-woven materials” en 2010 y, tras el periodo de tramitación, obtuvo la concesión como patente en Europa, China y Japón. Asimismo, se encuentra aún en fase de examen en India, en Filipinas y en Estados Unidos. En concreto, la patente española número ES2689386T3, derivada de la patente europea concedida, reivindica lo siguiente: un cuero artificial formado a partir de fibras de hojas de plantas de la familia Bromeliaceae (al que pertenecen las piñas) junto a un polímero curado; así como el procedimiento de preparación de dicho cuero artificial.
Asimismo, la sociedad Frumat Srl, presentó una solicitud de patente en 2017 que se encuentra en trámite al menos en Brasil, China, India y Europa. La solicitud de patente pretende obtener protección para: una composición para formar cuero artificial que incorpora un polímero y un polvo obtenido de los residuos de una planta con celulosa, en particular de manzanas; un método de producción de una lámina de cuero sintético biodegradable; y un compuesto laminar de un cuero artificial biodegradable.
Otro ejemplo de protección del producto a través de una marca y a través de una patente es el realizado por la sociedad MycoWorks Inc. En este caso, la sociedad no tiene un único expediente de patente, sino que tiene hasta nueve expedientes, concedidos y/o en trámite, cada uno referido a un producto o métodos relacionado con materiales de hongos, por ejemplo, para mejorar el crecimiento de los hongos o para mejorar las propiedades mecánicas del material fúngico. Entre los productos destacan tanto elementos constructivos (patentes derivadas de la solicitud PCT número WO12071589, presentada en 2011) como materiales para fabricación de pieles en base a hongos (solicitud PCT número WO18014004, presentada en 2017, y solicitud PCT número WO20086907, presentada en 2019). A partir de las solicitudes de patente presentadas, parece que MycoWorks Inc. comenzó una actividad enfocada en la fabricación de elementos de construcción con material fúngico para, a partir de 2017, centrarse en conseguir material fúngico para material textil.
Otra patente referida a una piel vegetal, en este caso de cuero de teca, es la solicitud de patente en Reino Unido GB2569097, presentada en 2017 y pendiente de concesión. La solicitud reivindica un procedimiento para fabricar un material compuesto de hojas de árboles de la especie genus tectona con una capa de plástico, y un material compuesto de dos capas, una capa de plástico y una capa de hojas procesadas de árboles de la especie genus tectona.
Los anteriores son solo algunos ejemplos de solicitudes de patente y de patentes relacionadas con pieles vegetales y métodos de fabricación o relacionadas con diferentes aspectos, que demuestran el interés en proteger desarrollos que otorguen un monopolio para la explotación de los productos o procedimientos reivindicados en las patentes. Estos monopolios, concedidos por las diferentes autoridades nacionales, tienen como objetivo evitar que en el mercado existan diferentes actores con la misma tecnología, otorgando una exclusividad a los titulares de las patentes que se complementan con la protección otorgada por las marcas.

Borja de Carlos

Departamento de Propiedad Intelectual e Industrial de Garrigues