La nueva normativa rusa sobre indicaciones geográficas (IG) obliga a los importadores de champán a rebautizar sus productos como “vino espumoso”.
Pocos saben que el creciente enfrentamiento entre Rusia y Occidente tuvo su preámbulo en materia de propiedad intelectual en julio de 2021.
En esa fecha entraron en vigor dos enmiendas a la Ley Federal Rusa sobre la viticultura y la elaboración de vinos que afectan seriamente a los intereses de los importadores de champán y coñac en Rusia. Dichas enmiendas introdujeron novedades relevantes en la regulación legal de las indicaciones geográficas (IG) y denominaciones de origen (DO) de determinadas bebidas alcohólicas.
Por un lado, la categoría de “vinos espumosos (champán)” se dividió en dos: una categoría amplia de “vinos espumosos” para las importaciones, y shampanskoye (champán en ruso) para los productos fabricados en Rusia. Además, las enmiendas introdujeron una nueva categoría de bebida alcohólica, el “coñac ruso”, fabricado íntegramente en Rusia y elaborado exclusivamente con uva cultivada en el territorio de la Federación Rusa.
Esta nueva normativa es el resultado de un dilatado proceso legislativo que se remonta a 2019, por lo que no debería entenderse como una reacción rusa a una reciente agresión a su seguridad (jurídica). La introducción de estas enmiendas responde más bien a la necesidad de reactivar la industria rusa del vino espumoso y el brandy y apoyar a los productores nacionales mediante el reforzamiento de la protección de las IG y DO rusas regionales y locales.
Según la Oficina Rusa de Patentes (Rospatent), hasta la fecha se han registrado solo 278 IG en Rusia. Ello contrasta con los números del registro de indicaciones geográficas de la UE eAmbrosia, que contiene actualmente 1.728 registros del vino, 1.827 de alimentos y 273 de bebidas espirituosas.
Ahora bien, los nuevos cambios suponen un obstáculo para los productores e importadores extranjeros: al reto financiero y técnico de reetiquetar los productos se añade el hecho de que los consumidores rusos consideran tradicionalmente el “vino espumoso” de gama baja y el shampanskoye de gama alta.
Entre los productores extranjeros, la reacción inicial de resistencia dio paso a una pragmática resignación. Un ejemplo es la sucursal rusa de Moët-Hennessy, rama vinícola del grupo de artículos de lujo LVMH responsable del 2% de todos los vinos espumosos y champán importados a Rusia, que anunció en un primer momento el cese temporal de sus importaciones de champán a Rusia para más tarde aceptar la inclusión de la etiqueta de «vino espumoso» en sus botellas.
Huelga decir que tanto Champagne como Cognac son DO protegidas y registradas en eAmbrosia, lo que implica que en la UE solo pueden denominarse «coñac» y «champán» los productos que proceden de la región de Champagne y del municipio de Cognac, en Francia, y que cumplen las normas y reglas de producción establecidas en la región. En particular, la DO “Champagne” está protegida en más de 120 países.
En este sentido, la efectividad de la nueva ley en su propósito de apoyar y promover los productos vitivinícolas rusos en los mercados extranjeros es cuando menos incierta, al menos en lo que respecta al “champán” y “coñac” rusos.
Cabe destacar que, en materia de protección de IG y DO, Rusia está aplicando una política muy diferente a la de sus vecinos de Europa del Este. En Rusia, al igual que en otras exrepúblicas soviéticas, la protección de las IG no se introdujo hasta principios de la década de 1990. Durante la época soviética, los consumidores estaban acostumbrados a denominaciones de productos como “champán soviético” o “coñac armenio”, sin que se las relacionase con ninguna región en concreto.
Desde entonces, Georgia, Moldavia, Ucrania y, más recientemente, Armenia han decidido renombrar ciertos productos locales, sobre todo quesos y bebidas alcohólicas, como consecuencia de sus acuerdos comerciales con la Unión Europea. En cambio, Rusia parece apostar por dar la batalla (comercial).
A nivel internacional, el único tratado aplicable a Rusia en el ámbito de las IG y las DO es el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), que contiene una obligación general de protección de las IG respetando la libertad de los Estados para determinar los medios legales de protección. Por lo tanto, la legislación nacional sigue siendo la principal fuente de regulación legal en Rusia en lo que respecta a las IG y DO.
No obstante, Rusia está ultimando su adhesión al Acta de Ginebra (2015) del Arreglo de Lisboa sobre Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas. Este instrumento permite a todas las partes contratantes beneficiarse de una protección rápida, de alto nivel e indefinida de las IG mediante un único registro.
La inminente adhesión de Rusia al Arreglo de Lisboa facilitará considerablemente la obtención de la protección de las IG y DO para los solicitantes extranjeros. Cabe destacar que tanto Francia como la UE son parte del Acta de Ginebra.
Es de esperar que lo anterior signifique una vuelta a los cauces de la vía de la cooperación y permita a los productores internacionales y rusos llegar a una solución mutuamente beneficiosa.
Braulio Robles
Departamento de Propiedad Industrial e Intelectual de Garrigues